una oración, rezo o contemplación de lo aquello relacionado con lo inmaterial del ser humano

Oración de paz de San Francisco de Asís

¡Señor, haz de mí un instrumento de tu paz!
Que allí donde haya odio, ponga yo amor;
donde haya ofensa, ponga yo perdón;
donde haya discordia, ponga yo unión;
donde haya error, ponga yo verdad;
donde haya duda, ponga yo fe;
donde haya desesperación, ponga yo esperanza;
donde haya tinieblas, ponga yo luz;
donde haya tristeza, ponga yo alegría.
¡Oh, Maestro!, que no busque yo tanto
ser consolado como consolar;
ser comprendido, como comprender;
ser amado, como amar.
Porque dando es como se recibe;
olvidando, como se encuentra;
perdonando, como se es perdonado;
muriendo, como se resucita a la vida eterna.

Amén.

Durante mis años de secundaria tenía la costumbre de ir a misa de seis en la mañana. El templo era Franciscano y por lo tanto después de la comunión, el sacerdote recitaba la Oración de San Francisco. Recién comentando con una compañera, concluyo que la misión de bondad es una gestión de equipo. Manteniendo viva la conversación recibe uno por medio del Espíritu Santo, el apoyo y dirección requeridos para la labor. Desde el punto de vista religioso, la contemplación se refiere al tiempo y espacio que un individuo dedica para realizar una oración, rezo o meditación de lo aquello, relacionado con lo inmaterial del ser humano. La idea de meditación varía según la zona geográfica donde las personas se encuentren, pero es estar al momento de decidir, dispuestos a escuchar a esa genuina voz interior, sincera y llena de amor.

WE&P by: EZorrilla.